
viernes, 29 de diciembre de 2017
VIAJE "CARAVANING"
NO TE PIERDAS ESTE
CUENTO DE UNA FAMILIA
DE CONEJOS QUE VIAJAN
EN AUTOCARAVANA.
¡SE VAN DE CARAVANING!
LA AUTOCARAVANA

La familia Conejo se va de vacaciones en la autocaravana,
quieren salir pronto, esta misma mañana.
Ya han cargado casi todo el equipaje:
- ¡Vamos, niños!
- ¿Acaso no queréis empezar el viaje?.
Durante el trayecto se hace una pequeña parada
en una bonita ciudad amurallada.
Papá quiere sacar unas fotos del monumento de la plaza,
pero los conejitos quieren llegar pronto a la playa.
quieren salir pronto, esta misma mañana.
Ya han cargado casi todo el equipaje:
- ¡Vamos, niños!
- ¿Acaso no queréis empezar el viaje?.
Durante el trayecto se hace una pequeña parada
en una bonita ciudad amurallada.
Papá quiere sacar unas fotos del monumento de la plaza,
pero los conejitos quieren llegar pronto a la playa.

Aunque ya se ve el mar, tardarán un rato en llegar.
Los conejitos tienen hambre y se empiezan a quejar.
- ¡Mejor merendamos y les hacemos callar!
- ¡Por fin hemos llegado!
- ¡Vamos, démonos un baño!
- ¿Que haces, mamá?
- Voy al mercado.
- ¿Y tu papá?
- Tengo que reparar el motor averiado.
Los conejitos tienen hambre y se empiezan a quejar.
- ¡Mejor merendamos y les hacemos callar!
- ¡Por fin hemos llegado!
- ¡Vamos, démonos un baño!
- ¿Que haces, mamá?
- Voy al mercado.
- ¿Y tu papá?
- Tengo que reparar el motor averiado.

No paramos de jugar, respiramos aire puro
y, por la noche, la autocaravana se convierte en nuestro hogar.
Las vacaciones se han acabado.
En el camino de vuelta a casa, los niños duermen,
jueves, 28 de diciembre de 2017
CARTA A LOS REYES MAGOS
¿YA HAS ESCRITO TU CARTA
A LOS REYES MAGOS?
NO TE PIERDAS ESTE CUENTO
DE UNA CARTA MUY ESPECIAL...
CARTA A LOS REYES MAGOS
Quedaba muy poco para que llegase la Navidad y los niños ya pensaban en los regalos que iban a pedir ese año. Hablaban de nuevos juguetes, de chucherías, libros y un montón de cosas más.
Un día, mientras los amigos de Rubén jugaban en el parque, apareció el niño con Rusti. A todos les gustaba mucho jugar con el perro de Rubén:
- Rubén, ¡suelta a Rusti para que corra con nosotros! – le decían los niños
- Mis padres dicen que no lo puedo soltar. Rusti es pequeño aún y puede escaparse – les explicaba Rubén.
Pero los niños estaban empeñados en soltar a Rusti así que, al final, se salieron con la suya y convencieron a Rubén para que lo soltara.
Todos corrieron y jugaron con el perro de su amigo. Le tiraban piedras para que fuera a por ellas hasta que, de repente, Rusti se escapó.
Rubén lo llamaba a gritos y todos sus amigos lo buscaban por todos lados, pero Rusti no aparecía.
Rubén se fue a casa muy triste. Su mejor amigo se había ido y no sabía dónde encontrarlo. Le contó a sus padres muy avergonzado lo que había pasado por haberles desobedecido y entre todos buscaron a Rusti.
Pusieron carteles, preguntaron a todo el mundo y recorrieron todas las calles, pero Rusti no aparecía.
Al día siguiente, estando en el colegio, todos vieron lo triste que estaba Rubén. Ya no era el niño feliz que siempre estaba contento jugando con todos.
Ese día, la profesora les pidió que escribieran una carta a los Reyes Magos con lo tres regalos que más querían. Entonces, todos los niños escribieron sus cartas y las leyeron en voz alta.
A Rubén le tocó leer la suya el primero así que lo hizo muy triste:
- Yo este año sólo quiero pedir a los Reyes Magos una regalo: que encuentren a Rusti y me lo traigan de nuevo.
- Rubén, el ejercicio consistía en escribir tres regalos como, por ejemplo, un juguete, un libro y chucherías. Se que estás muy triste, pero los Reyes Magos no pueden traerte a Rusti – le dijo la profesora.
Los amigos de Rubén se dieron cuenta de que Rusti se había escapado por su culpa y de que Rubén estaba muy muy muy triste. Quisieron ayudarlo y, de repente, todos cambiaron sus cartas y las fueron leyendo en voz alta:
- Profesora, yo este año también quiero pedir sólo un regalo: quiero que los Reyes busquen a Rusti y que Rubén sea otra vez tan feliz . Seguro que los Reyes Magos son capaces de encontrarlo – leyó el primer niño
- ¡Yo quiero lo mismo! – dijo el siguiente niño
Y así, todos los niños pidieron en sus cartas a los Reyes Magos que Rubén recuperara a su perrito y esperaron con impaciencia a que llegara la noche de Reyes.
"Habéis reconocido vuestro error eligiendo hacer feliz a un amigo antes que pedir cualquier juguete. Eso os hace unos niños buenos, así que aquí tenéis un montón de juguetes como agradecimiento y regalo."
Firmado: Los Reyes Magos
Cuando se despertó Rubén encontró también muchos regalos y juguetes. Había una caja más grande que se movía y cuando Rubén se acercó a abrirla, su amigo Rusti salió de la caja dando un salto de felicidad enorme.
- ¡Rusti! ¡Cuánto te he echado de menos! Prométeme que serás un perro bueno y no volverás a escaparte
- ¡Guau, guau! - ladró Rusti mientras daba un lametazo en la cara a Rubén.
Y por fin, Rubén y Rusti volvieron a estar juntos para no separarse nunca jamás.
miércoles, 27 de diciembre de 2017
EL NIÑO QUE LO QUERÍA TODO
EL NIÑO QUE LO QUERÍA TODO
Había
una vez un niño que se llamaba Jorge, su madre María y el padre Juan.
Cuando escribió la carta a los Reyes Magos, se pidió más de veinte
cosas.
Entonces su madre le dijo: Pero tú comprendes que… mira te voy a
decir que los Reyes Magos tienen camellos, no camiones, segundo, no te
caben en tu habitación, y, tercero, mira otros niños… tú piensa en los
otros niños, y no te enfades porque tienes que pedir menos.
El niño se enfadó y se fue a su habitación. Su padre le dijo a su madre María: - ¡Ay!, se quiere pedir casi una tienda entera, y su habitación está llena de juguetes... María dijo que sí con la cabeza. El niño dijo con la voz baja: - Es verdad lo que ha dicho mamá, debo de hacerles caso, soy muy malo. Llegó la hora de ir al colegio y dijo la profesora: - Vamos a ver, Jorge, dinos cuántas cosas te has pedido. Y dijo bajito: -Veinticinco.
La profesora se calló y no dijo nada pero cuando terminó la clase todos se fueron y la señorita le dijo a Jorge que no tenía que pedir tanto. Entonces Jorge decidió cambiar la carta que había escrito y pedirse quince cosas, en lugar de 25.
Cuando se lo contó a sus padres, éstos pensaron que no estaba mal el cambio y le preguntaron que si el resto de regalos que había pedido los iba a compartir con sus amigos. Jorge dijo: - No, porque son míos y no los quiero compartir.
Después de rectificar la carta a los Reyes de Oriente llegó el momento de ir a comprar el arbol de Navidad y el Belén. Pero cuando llegaron a la tienda, estaba agotada la decoración navideña
Ante esto, Jorge vio una estrella desde la ventana del coche y rezó: - Ya sé que no rezo mucho, perdón, pero quiero encontrar un Belén y un árbol de Navidad. De pronto se les paró el coche, se bajaron, y se les apareció un ángel que dijo a Jorge: - Has sido muy bueno en quitar cosas de la lista así que os daré el Belén y el árbol.
Pasaron tres minutos y continuó el ángel: - Miren en el maletero y veréis. Mientras el ángel se fue. Juan dijo: - ¡Eh, muchas gracias! Pero, ¿qué pasa con el coche? Y dijo la madre: ¡Anda, si ya funciona! ¡Se ha encendido solo! Y el padre dio las gracias de nuevo.
Por fin llegó el día tan esperado, el día de Reyes. Cuando Jorge se levantó y fue a ver los regalos que le habían traído, se llevó una gran sorpresa. Le habían traído las veinticinco cosas de la lista.
Enseguida despertó a sus padres y les dijo que quería repartir sus juguetes con los niños más pobres. Pasó una semana y el niño trajo a casa a muchos niños que no tenían juguetes.
La madre de Jorge hizo el chocolate y pasteles para todos. Todos fueron muy felices. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
El niño se enfadó y se fue a su habitación. Su padre le dijo a su madre María: - ¡Ay!, se quiere pedir casi una tienda entera, y su habitación está llena de juguetes... María dijo que sí con la cabeza. El niño dijo con la voz baja: - Es verdad lo que ha dicho mamá, debo de hacerles caso, soy muy malo. Llegó la hora de ir al colegio y dijo la profesora: - Vamos a ver, Jorge, dinos cuántas cosas te has pedido. Y dijo bajito: -Veinticinco.
La profesora se calló y no dijo nada pero cuando terminó la clase todos se fueron y la señorita le dijo a Jorge que no tenía que pedir tanto. Entonces Jorge decidió cambiar la carta que había escrito y pedirse quince cosas, en lugar de 25.
Cuando se lo contó a sus padres, éstos pensaron que no estaba mal el cambio y le preguntaron que si el resto de regalos que había pedido los iba a compartir con sus amigos. Jorge dijo: - No, porque son míos y no los quiero compartir.
Después de rectificar la carta a los Reyes de Oriente llegó el momento de ir a comprar el arbol de Navidad y el Belén. Pero cuando llegaron a la tienda, estaba agotada la decoración navideña
Ante esto, Jorge vio una estrella desde la ventana del coche y rezó: - Ya sé que no rezo mucho, perdón, pero quiero encontrar un Belén y un árbol de Navidad. De pronto se les paró el coche, se bajaron, y se les apareció un ángel que dijo a Jorge: - Has sido muy bueno en quitar cosas de la lista así que os daré el Belén y el árbol.
Pasaron tres minutos y continuó el ángel: - Miren en el maletero y veréis. Mientras el ángel se fue. Juan dijo: - ¡Eh, muchas gracias! Pero, ¿qué pasa con el coche? Y dijo la madre: ¡Anda, si ya funciona! ¡Se ha encendido solo! Y el padre dio las gracias de nuevo.
Por fin llegó el día tan esperado, el día de Reyes. Cuando Jorge se levantó y fue a ver los regalos que le habían traído, se llevó una gran sorpresa. Le habían traído las veinticinco cosas de la lista.
Enseguida despertó a sus padres y les dijo que quería repartir sus juguetes con los niños más pobres. Pasó una semana y el niño trajo a casa a muchos niños que no tenían juguetes.
La madre de Jorge hizo el chocolate y pasteles para todos. Todos fueron muy felices. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
martes, 26 de diciembre de 2017
¡¡¡HOY 26 DE DICIEMBRE ES MI CUMPLE!!!¡¡¡Y EL CUMPLE DE LUCAS!!!
¡¡¡CUMPLO 45 AÑITOS!!!
Y TAMBIÉN ES EL CUMPLEAÑOS
DE LUCAS...
¡¡¡CUMPLE 6 AÑAZOS!!!
¡¡¡A DISFRUTAR DE LOS CUMPLES
Y DE LAS VACACIONES!!!
UN GATO Y UN RATÓN EN NAVIDAD
UN GATO Y UN RATÓN EN NAVIDAD
Un día, mientras dormía tranquilo, escuchó un ruido en la pared. Se levantó de un salto y fue corriendo a ver qué era. De repente, un ratoncito muy pequeño asomó la cabecita por un agujero. Era Rufus, un ratoncito gris que vivía con su familia en la pared de Alicia.
Cuando Rufus vio a Triqui, le dijo:
- ¡Hola gatito! ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Triqui. ¡Y no me gustan los ratones! – dijo el gato
Rufus, muy sorprendido, le dijo que sólo quería buscar algo de queso para comer así que salió de su agujero para ir a la cocina.
Triqui comenzó a correr detrás de Rufus queriendo cazarlo pero el ratón era más rápido y no pudo pillarle.
Rufus, por fin, entró en su agujero y, muy asustado, contó a toda su familia la aventura con Triqui. Desde ese momento, el gato siempre se acercaba al agujero de los ratones e intentaba meter la patita para cazarlos.
Un día, mientras Triqui estaba dormido, Rufus salió muy despacito y en silencio para ir a buscar comida. Fue a la cocina muy lentamente pero, de pronto, Triqui despertó y salió corriendo detrás de él. Rufus corrió y corrió y, por fin, volvió a su agujero de nuevo.
Triqui nunca lo dejaba tranquilo. Siempre que Rufus salía intentaba cazarlo y corría detrás de él. Los ratones ya no se atrevían a salir y siempre estaban muy asustados ante el gato.
La Navidad había llegado y, como era de costumbre, Rufus y su familia preparaban un banquete en Nochebuena. Ya no tenían apenas comida en su agujero, así que se asomaron para ver si Triqui estaba dormido y los dejaba salir.
Cual fue la sorpresa de los ratones, cuando vieron al pobre gato maullando y llorando cerca de la puerta.
Rufus y su familia salieron del agujero y, aunque Triqui los miró, fue la primera vez que no salió corriendo detrás de ellos.
Los ratones fueron a la cocina y cogieron un montón de comida para su cena de Navidad. Cuando llegaron a su agujero, estaban muy sorprendidos de que Triqui no se hubiera portado tan mal como siempre.
Todos empezaron a preparar su rica cena pero escucharon que Triqui seguía llorando en la puerta. Así, Rufus se asomó y le dijo:
- Triqui, ¿Por qué lloras? ¡Hoy ni siquiera has querido cazarme!
- Estoy muy triste, como siempre en Navidad – dijo Triqui
- Pero, ¡hoy es un día muy divertido! ¿Por qué siempre estás triste en Navidad? – preguntó el ratón
- Mi dueña Alicia siempre se va de casa y me quedo solo en estas fiestas. Odio que Alicia se vaya y la Navidad sin ella es muy triste para mí – decía Triqui mientras lloraba.
Triqui, muy sorprendido, contestó:
- Pero, ¿por qué seríais tan buenos conmigo?
- Porque creo que podríamos ser amigos y jugar juntos siempre en casa. No tienes por qué ser malo con nosotros. – dijo Rufus
Triqui se dio cuenta de que era mucho más divertido jugar con Rufus y estar siempre acompañado que estar solo y hacerle rabiar. Así, ese día organizaron una gran cena de Navidad y, desde entonces, el ratón y el gato se hicieron los mejores amigos del mundo.
lunes, 25 de diciembre de 2017
viernes, 22 de diciembre de 2017
FELICES FIESTAS
¡¡¡ FELIZ NAVIDAD
Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2018!!!
TE ESPERO POR NUESTRO BLOG
DURANTE LAS VACACIONES
DE NAVIDAD.
ESTRELLA DE ORIENTE
QUE ESTA ESTRELLA
ILUMINE CON SU LUZ
TU CAMINO
PARA QUE ALCANCES
TODOS TUS SUEÑOS.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
MONTA UN BELE´N Y PON UN ÁRBOL DE NAVIDAD
¿QUIERES MONTAR UN BELÉN,
PONER UN ÁRBOL DE NAVIDAD
Y HACER UN MUÑECO DE NIEVE?
jueves, 21 de diciembre de 2017
miércoles, 20 de diciembre de 2017
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